Cuando hablamos de una empresa o empresario altamente exitoso, pensamos en resultados como la rápida acumulación de ganancias, la habilidad para triunfar ante la adversidad o la innovación y la creación de nuevos productos que redefinen tendencias y generan cambios en el mercado.
En la mayoría de los casos, se asume que el camino al éxito de estos empresarios se enfoca primordialmente en alcanzar el triunfo sobre la competencia. La pregunta es: ¿Cómo se mide el éxito realmente?
Sabemos que existen métricas estándares que determinan el éxito de un negocio, incluyendo ganancias (y pérdidas) netas, incremento de los ingresos, participación de mercado, costos de adquisición de clientes y evaluación de satisfacción de empleados, entre otras.
Hay formulas menos científicas para medir los resultados de un negocio, que tienen el objetivo de clasificar el nivel de reconocimiento con que cuenta una organización, o el impacto que ha generado en la industria o sociedad con quienes interactúa.
Quienes laboramos en la industria hotelera, podemos recurrir a parámetros como el número total de habitaciones disponibles, ingresos por habitación disponible, tarifa promedio de ocupación, tarifa diaria promedio, y varios otros.
Esto nos lleva a preguntarnos: ¿Por qué resulta sencillo reconocer el éxito en términos de rangos y parámetros, pero fuera de esa métrica se torna elusivo? Tal vez porque no es algo que deba alcanzarse, sino engendrarse.
En mi experiencia, el éxito es un objetivo en perenne transformación que inspira a actuar de forma tal que dé lugar a ciertos resultados. En última instancia, hay una estrecha relación entre el éxito de una empresa en términos estadísticos y financieros, y la forma en que cada miembro de la organización – desde el CEO hasta el empleado más nuevo – disfruta y asume la búsqueda de éxito en su trabajo cotidiano.
Los propietarios de hoteles y resorts manejan una variedad de elementos críticos que determinan con precisión el camino que los conducirá al éxito. En otras palabras, se trata de los requisitos para desarrollar una propiedad o grupo de propiedades lucrativas.
Después de más de tres décadas en la industria, he reducido de esta manera lo que considero son las partes más esenciales de la ecuación:
Buscar lo auténtico
Para obtener resultados en la industria hotelera, como en otros sectores empresariales, hay que estar un paso adelante de la competencia. Después de todo, hay un flujo importante en el sector de viajes y turismo, con nuevas propiedades abriendo continuamente y nuevas tecnologías cambiando la manera en que las personas planean sus viajes.
Con el propósito de aumentar los ingresos y maximizar los beneficios, hoteles y resorts deben ofrecer una propuesta única a sus clientes potenciales, que sea innovadora y trascendente a la vez.
Por ejemplo, AMResorts se fundó con la misión de redefinir el concepto “todo incluido” y ofrecer una amplia gama de experiencias personalizadas para una gran variedad de viajeros. Al ser parte de Apple Leisure Group, la oferta “todo incluido” es aún más integral pues está vinculada a un modelo de negocio verticalmente integrado, que ofrece al cliente la posibilidad de planear su viaje, reservar en un solo lugar vuelos, hospedaje, transportación terrestre y recorridos en atracciones locales.
Innovar en momentos de crisis
Ser parte de un modelo de negocios único significará poco si una organización no es también adaptable. Todas las propiedades de AMResorts – existentes y nuevas – se mantienen vigentes al evolucionar a la par de los intereses del viajero, ofrecer amenidades especiales y otras ofertas que aprovechan ciertas oportunidades en el mercado.
La diversidad de nuestras marcas nos permite enfocarnos en segmentos de mercado individuales a medida que estos evolucionan. Al mismo tiempo, Apple Vacations está conectada a millones de consumidores, y esto le permite identificar nuevas tendencias e intereses del viajero, en cuanto se manifiestan.
Las propiedades también deben ser resilientes ante situaciones como desastres naturales y crisis financieras. Contar con un plan de contingencia sólido es parte de la respuesta, pero los resorts y hoteles también deben hacer un esfuerzo coordinado para trabajar con las comunidades locales con el objetivo de mejorar el crecimiento económico local a largo plazo.
También deben tener mecanismos bien establecidos para mantener la adaptabilidad. AMResorts se lanzó poco tiempo después del 9/11 y una de las caídas más severas que la industria turística ha enfrentado, una realidad que nos impulsó para fortalecer nuestro enfoque integrado, expandir nuestros canales de distribución, gestión y mercadeo especializado para triunfar en tiempos de bonanza y escasez.
Empoderar a los empleados
El éxito global de los negocios depende directamente de la participación y el compromiso de sus empleados. En el segmento de hoteles y resorts, los empleados comprometidos e involucrados son los que permiten mantener el crecimiento y el ímpetu, lo cual tiene impacto directo en la satisfacción de los huéspedes.
Por ello, es muy importante promoverlos y reconocer sus logros. Son estos empleados los que permiten construir la marca de una propiedad, atrayendo a los viajeros una y otra vez, y conectando la empresa de manera más amplia con la comunidad local.
Tomar riesgos calculados
Las métricas tradicionales para definir los éxitos de un negocio, como las ganancias y el crecimiento, van de la mano con atreverse a tomar ciertos riesgos calculados. El riesgo, por supuesto, es esencial para lograr la innovación, en este caso para ofrecerle a los viajeros una manera totalmente diferente de conocer el mundo.
Emprender con un concepto no probado (pero bien planificado), donde el resultado está lejos de ser garantizado, puede generar resultados sorprendentes y positivos.
Hoy día, cuando alguien me pide consejos sobre cómo crear un negocio exitoso en el segmento de viajes, sugiero modificar el enfoque de su pregunta: en lugar de crear una compañía exitosa, la meta central es plantearse objetivos ligados a un interés que en verdad le apasione, alcanzarlos y a continuación, establecer una meta aún más elevada. La consecuencia natural de este método es un negocio exitoso y bien establecido.
La idea de lo que constituye una meta de negocio exitosa, debería transformarse de manera inexorable conforme el tiempo pasa. Es por eso que hoy, a nivel personal y profesional, me detengo y observo con atención antes de actuar, no sólo en la industria de viajes sino en las comunidades donde trabajamos y a nivel mundial. En pocas palabras, siempre hay cosas nuevas y / o desconocidas a las cuales aspirar y alcanzar.
¿Cuál es tu definición de éxito? Escríbanos a info@algdevelopment.com.